El paso del tiempo y la mayor experiencia en el uso del BOTOX, ha demostrado la importancia de los músculos faciales en la comunicación y la expresión de las emociones. Actualmente las tendencias en el tratamiento apuntan a evitar el congelamiento facial, proporcionando al paciente una apariencia natural, descansada y rejuvenecida.
La aplicación de Botox es rápida (aproximadamente 15 minutos), y es prácticamente indoloro. El paciente solamente siente los livianos toques de la aguja. Esta sensación de incomodidad puede ser minimizada a través del uso de pomadas anestésicas o hielo antes de la aplicación. La duración del efecto terapéutico de 4 a 6 meses aproximadamente
El Botox se aplica directamente en el musculo responsable de la formación de la línea o arruga de expresión, causando su relajación temporal y brindando al rostro una apariencia más descansada, rejuvenecida y agradable.
En los casos de arrugas más profundas, el procedimiento no logra borrarlas con la primera aplicación, sino atenuarlas, mejorando los resultados con las aplicaciones siguientes.
También es posible combinarla con el tratamiento de Plasma Rico en Plaquetas (PRP) obteniendo un resultado más completo al deseado, ya que aparte de quitar las arrugas o suavizarlas, obtenemos una piel mucho más hidratada, fresca e iluminada.